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El huerto en casa (I)

Publicado el 09/07/2014 por info@agrobeta.com

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Aunque no dispongamos de terreno en casa para hacer un huerto, podemos crearlo en cualquier lugar; ventanas, balcones, terrazas o patios. Lo único que vamos a necesitar es:

–          Luz. La orientación será aquella que nos permita una buena cantidad de horas de luz directa, normalmente orientación sur o sureste, aunque también habrá que tener en cuenta los obstáculos que podamos tener y que nos puedan crear sombras. Habrá que valorar también la disponibilidad de luz que tenemos en las diferentes épocas del año y valorar qué tipo de cultivo vamos a realizar. Hay espacios que disponen de luz suficiente durante todo el año, pudiéndose cultivar en cada época los cultivos de temporada.

Según la cantidad de sol que tengamos también elegiremos las hortalizas que cultivaremos, de forma que si tenemos muchas horas de sol en verano elegiremos aquellos cultivos exigentes en este sentido como las berenjenas, los tomates o los pimientos, aunque también nos supondrá llevar un control más exigente del riego. En el caso de recibir menos horas de luz, optaremos por cultivos menos exigentes como lechugas, cebollas, rábanos, escarolas, coles…

–          Agua. Si nuestro cultivo tiene suficiente luz directa y podemos disponer de agua sin problemas, podremos crear un huerto en casa utilizando los recipientes que creamos más adecuados y cultivando aquellas hortalizas que mejor se adapten al espacio disponible y las horas de sol.

El cultivar en balcones, terrazas o patios, nos obliga a cultivar en jardineras, macetas, mesas de cultivo, recipientes a partir de materiales reciclados o construirlos nosotros mismos utilizando bloques, madera u otros materiales.

Al cultivar en recipientes nos podemos encontrar con algunas dificultades como:

–          Poca profundidad de sustrato, lo cual puede limitar el desarrollo de algunas hortalizas. Por ello, debemos elegir hortalizas adecuadas al cultivo en recipientes, comenzando por aquellas que ofrecen menos complicaciones como las lechugas, los rábanos, la rúcula, los ajos, etc.

–          Problemas para ajustar el riego. En los recipientes, el agua se agota con mayor facilidad, lo cual nos va a obligar a estar más pendientes del riego. Otras veces regamos en exceso, lo cual puede provocar que los nutrientes que la planta necesita se eliminen por ello.

–          Los recipientes transmiten la temperatura exterior al sustrato provocando que en verano se caliente y en invierno se enfríe, dificultando el desarrollo de las raíces de las platas. Una forma de controlar mejor la temperatura es no poner los recipientes en contacto directo con el suelo, permitiendo que circule el aire por debajo.

El Sustrato

Para el cultivo en recipientes lo más adecuado es usar sustratos orgánicos. El uso de tierra implica una mayor densidad y por tanto un mayor peso. Además los sustratos orgánicos tienen una mayor capacidad para almacenar agua y nutrientes.

Un buen sustrato tiene que tener las siguientes características:

–          Ser ligero, para permitirnos su manejo con facilidad y no sobrecargar nuestras terrazas y balcones.

–          Tener una adecuada porosidad, que permita una buena aireación y retención de agua.

–          Retener los nutrientes que aportamos a las plantas.

Existen en el mercado sustratos que no aportan muchos nutrientes pero que tienen algunas de las propiedades mencionadas como la fibra de coco o el sustrato estándar. Por ello puede ser interesante y más económico componer nuestro sustrato combinando uno que aporte buenas condiciones estructurales y otro que actúe como abono aportando los nutrientes y las propiedades de la materia orgánica.

Cuando finalizamos un cultivo es conveniente remover el sustrato para evitar la compactación, mejorando la porosidad y evitando la formación de grietas, así como una nueva aportación de compost para reponer los nutrientes que se hayan consumido o lavado.

El Riego

Podemos regar de forma manual, lo cual será un buen método sobre todo en pequeños huertos. Para regar de forma manual, lo más adecuado es el uso de la regadera y haciendo el riego poco a poco para evitar la formación de grietas en el sustrato.

En el caso de que tengamos un huerto relativamente grande y sobre todo si en la época de verano recibimos mucho sol, es de gran ayuda la instalación de un sistema de riego por goteo con programador. Este nos ayudará a controlar el caudal de riego y la frecuencia de una forma más exacta.

En el caso de no disponer de toma de agua, podemos montar el riego a partir de un depósito, este depósito podrá ser llenado con agua del grifo o recogiendo el agua de lluvia, la cual es de mejor calidad para nuestros riegos.

Existen también en el mercado jardineras con auto riego, las cuales disponen de un depósito de agua que mantiene húmedo el sustrato de  manera permanente.

Cualquier sistema de riego es bueno, dependiendo de la calidad del sustrato y que este esté bien estructurado y que permita que al regar, el agua tenga una buena distribución en horizontal y no tanto en vertical. Si la estructura del sustrato no es la adecuada el agua tiende a filtrarse por las grietas que se forman y acaba perdiéndose por debajo del sustrato antes de empaparlo adecuadamente.

Semillas y plantones

Una vez tengamos el espacio, los recipientes, el sustrato y el sistema de riego sólo nos queda disponer de las plantas a cultivar.

Una gran cantidad de las hortalizas las obtendremos a través de semillas aunque también hay algunas que se cultivan a partir de partes de la planta, como es el caso del ajo o de la patata. Cada vez más podemos encontrar en el mercado semillas ecológicas e incluso variedades locales, lo cual es muy interesante desde el punto de vista de la adecuación al clima de nuestra zona y también por el hecho de poder producir variedades que no encontramos normalmente en los mercados, rescatando sabores del pasado.

Otra forma de cultivo es por plantones, los cuales los podremos conseguir en viveros. Esta es una opción interesante para aquellos que se inician en el cultivo ya que, aunque no vemos la primera parte del ciclo de la planta, simplifica bastante las tareas del huerto. Conforme vayamos adquiriendo experiencia, podemos ir combinando el uso de semillas y plantones, incluso seremos capaces de obtener y conservar nuestras propias semillas e intercambiarlas con otros cultivadores.

 

Fuente:

–          Manuel huertos sostenibles en casa. Diputación de Alicante. Área de Medio Ambiente

 

 

 

Hay 2 comentarios

Que buena idea de tener huerto en casa y asi cuidar nuestras salud.saludos a ustedes.

Por Dora Escobar | 9 julio, 2014

me parece una idea espectacular,sembrar para su propio consumo, así

uno sabe que esta consumiendo y se protege de enfermedades

Por carmen gonzalez | 26 julio, 2014

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