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Publicado el 03/04/2014 por info@agrobeta.com
Uno de los factores a tener en cuenta en el cultivo de cítricos es el clima. La variable climática más importante en la determinación del desarrollo vegetativo, de la floración, del cuajado y de la calidad del fruto es la temperatura. Un rango de temperatura entre 25 y 30º C se considera óptimo para la actividad fotosintética, temperaturas mayores, por encima de los 35º C la reducen.
Elementos necesarios para una buena nutrición de los cítricos
Los macroelementos:
El Nitrógeno es el elemento más importante en la programación anual del abonado. Influye sobre el crecimiento, la floración y la productividad es notable, así como, en ciertas condiciones, sobre la calidad del fruto. Como constituyente de proteínas y aminoácidos, es de vital importancia para la división celular, por esta razón la deficiencia afecta severamente el crecimiento de la planta. La mayor absorción y translocación de Nitrógeno ocurre poco antes y durante la floración y cuaje de los frutos. La deficiencia de este elemento durante este período puede disminuir el número de flores y por ende el rendimiento.
El Fósforo es componente de enzimas, nucleoproteínas, fosfolípidos, ATP y otros compuestos que intervienen en la formación de órganos reproductores. Es importante en la fotosíntesis, síntesis de carbohidratos y transferencia de energía dentro de la planta. El fósforo se acumula en los frutos y semillas.
El Potasio. Los cítricos remueven grandes cantidades de potasio, principalmente en los frutos. Es el elemento extraído en mayor cantidad por la planta después del nitrógeno.
Los microelementos:
El Hierro es un activador enzimático en la formación de la clorofila. La deficiencia de Hierro está bien identificada en suelos calcáreos y suelos arenosos bajos en materia orgánica. La deficiencia de este microelemento podría ser inducida por un sobre encalado, o por la aplicación excesiva de Cobre, Zinc o Manganeso al suelo.
El Zinc es un elemento muy importante en la producción de la naranja. Después del Nitrógeno, la deficiencia de Zinc es la más común en este cultivo y ocurre bajo un amplio rango de suelos. Aparentemente está condición está en parte relacionada con la ineficiencia de los patrones para absorber este microelemento. El Zinc es esencial para la síntesis de algunas hormonas, tales como la auxina, y para la síntesis de proteínas.
El Magnesio es el componente principal de la clorofila e interviene en la síntesis de carbohidratos. Además participa en la síntesis de proteínas, nucleoproteínas y el ácido ribonucleico y favorece el transporte de fósforo dentro de la planta. Es un elemento móvil en la planta, por lo que la deficiencia se presenta primero en las hojas más viejas. Del total del magnesio absorbido, aproximadamente la mitad se encuentran en el tronco y ramas del árbol, un tercio en las raíces y el resto en las hojas. Durante la floración y fructificación se produce una translocación significativa del magnesio hacia los brotes y frutos. El magnesio es exportado en el fruto casi en la misma magnitud que el fósforo.
El Azufre juega un papel clave en la síntesis de proteínas. Es un componente importante de algunos aminoácidos como la cisteína, la cristina, etc., y de la coenzima A.
El Cobre actúa en la planta fundamentalmente en las uniones enzimáticas en las reacciones redox.
El Boro juega un papel muy importante en la división celular, por esta razón la deficiencia de este nutriente afecta considerablemente el crecimiento meristemático de las plantas. También interviene en el transporte de azúcares y otros compuestos orgánicos desde la hoja a los frutos, en la reproducción y la germinación del polen. Es quizás el micronutriente que más influye en el rendimiento y calidad de los frutos. El Boro y el Zinc constituyen los micronutrientes más importantes en la producción de cítricos y po esto se los incluye normalmente en los programas de fertilización.
El Molibdeno, interviene en la fijación del nitrógeno atmosférico y en la reducción del nitrato.
El Calcio. Las hojas de los cítricos acumulan gran cantidad de este microelemento, debido a que es un elemento inmóvil en los tejidos, por lo que tiende a acumularse en las hojas. Este elemento es particularmente importante en suelos viejos muy ácidos como los Ultisoles y Oxisoles prevalentes en áreas húmedas. El Calcio promueve el desarrollo del sistema radicular de la planta, forma parte de la pared celular y desempeña un papel importante en la división celular y el crecimiento vegetativo. Si se considera la constitución mineral de los frutos y las partes vegetativas, el Calcio ocupa el tercer lunar después del N y K.
El Manganeso, este nutriente cumple un papel importante como catalizador de los sistemas enzimáticos que intervienen en los fenómenos respiratorios, fotosíntesis y el metabolismo del Nitrógeno. La deficiencia de Manganeso es común en suelos alcalinos y en suelos arenosos.
Cuando los cítricos tienen necesidad de alguno de estos nutrientes se suelen manifestar de diferentes formas.
Deficiencias o carencias:
Nitrógeno: Clorosis o amarillamiento de las hojas. Hojas delgadas, frágiles y pequeñas. La clorosis es más pronunciada en ramas con frutos. Los frutos son pequeños, con la cáscara fina y tienden a madurar precozmente. Reducción del crecimiento de la planta, defoliación y muerte descendente de las ramas.
Fósforo: Esta deficiencia es poco común en el cultivo de naranja, probablemente por el bajo requerimiento y por la habilidad del sistema radicular para extraer el fósforo del suelo. El efecto más marcado de esta deficiencia en la naranja es la reducción de la floración y disminución en el cuaje de los frutos. Deficiencias severas producen hojas de color verde pálido o bronceado, caída de hojas, reducción de la floración. Los frutos presentan piel más gruesa y rugosa. Raíces pequeñas y pobremente ramificadas.
Potasio: Con la carencia de potasio se reduce el tamaño de hojas nuevas, se presenta clorosis en las hojas viejas donde aparecen también áreas necróticas y moteados pardo-amarillentos. El fruto es pequeño, de cáscara delgada y baja acidez.
Calcio: La deficiencia hace que exista poco desarrollo radicular. Aparece también clorosis en los márgenes y nervaduras de las hojas jóvenes, que luego se extienden a toda la lámina foliar. Se produce necrosis en áreas amarillentas, comenzando también en los márgenes. Finalmente se presenta una fuerte defoliación. Los frutos son pequeños y deformes, con bolsas de jugo arrugadas, cáscara áspera y gruesa. Se reduce el crecimiento y la producción.
Magnesio: La deficiencia se caracteriza por una clorosis intervenal, de aspecto bronceado, que toma forma de V que se inicia en la base de las hojas viejas y avanza hacia el centro cubriendo los márgenes. Posteriormente las zonas cloróticas empiezan a necrosarse. En ramas como frutos maduros, las hojas próximas a éstos muestran los síntomas en mayor grado que las ramas sin frutos. Los frutos son pequeños, con piel delgada y contenido bajo de azúcares y acidez.
Zinc: Es un nutriente inmóvil dentro de la planta y por eso los síntomas de deficiencia aparecen en las hojas nuevas. Estas hojas presentan una clorosis intervenal, pero la nervadura central y los nervios laterales permanecen verdes. Las hojas son pequeñas, estrechas y puntiagudas. Los brotes jóvenes adquieren forma de roseta. Si la deficiencia es severa se reduce el tamaño de la planta y se reduce la producción y calidad del fruto.
Manganeso: Se presenta en forma muy similar al Zinc apareciendo en las hojas jóvenes como un color verde pálido o amarillento entre las venas, sin embargo, la clorosis es menor pronunciada que la de Zinc. Los frutos son suaves y de color pálido.
Hierro: Debido a la baja movilidad de este nutriente dentro de la planta, los síntomas aparecen en hojas jóvenes que se tornan amarillentas, pero la red de nervaduras permanecen de color verde. Al incrementarse el síntoma, toda la lámina foliar se torna amarillenta. Las hojas son pequeñas y se reduce el cuaje de frutos y los frutos tienden a ser pequeños lo que reduce el rendimiento. El patrón Trifoliata parece ser más susceptible a la deficiencia de Hierro.
Boro: Cuando el boro es deficiente las hojas jóvenes se deforman y toman un color amarillamiento en las venas central y lateral. Las hojas más viejas se enrollan y deforman. Se presenta una muerte descendente de las ramas y la formación múltiple de yemas vegetativas. Los frutos son pequeños, con poco jugo, duros, de cáscara gruesa y áspera, con puntos de goma en el interior de los gajos.
Exceso: Es fácil inducir toxicidad de Boro, debido a que el ámbito entre deficiencia y toxicidad es muy estrecho. Con la toxicidad aparecen manchas amarillentas en las puntas de las hojas, que se extienden hacia los márgenes, mostrando un aspecto moteado. También se forma goma de apariencia pardusca en el envés de las hojas. En casos severos se produce defoliación.
Fuente: Informaciones Agronomicas nº40.
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